BAMBINO



Miguel Vargas Jimenez "Bambino" nació el 12 de febrero de 1940, en la dura posguerra española। Pasó su adolescencia trabajando en la barbería de su padre y entrenando para futbolista।
Sus padres Manuel Vargas Torres 'Chamona' y Francisca Jiménez Ramírez "Frasquita", cantaora y bailaora, hermana de otro tesoro cantaor de esta tierra fértil: Manuel de Angustias।
Su hermano mayor era Diego Chamona, cantaor y genial festero. Los elementos estaban a su alcance y, desde muy joven, el que más adelante tomaría el apodo de 'Bambino', ya deleitaba a familiares y amigos en las reuniones informales.



El ascenso a los escenarios no tardaría en llegar. Ya en una de las primeras ediciones del Potaje Gitano de Utrera, Miguel interpretó la canción 'Bambino Piccolino' que dio lugar a su nombre artístico.
Poco después, le vio actuar el torero Gitanillo de Triana, que le llevó en 1961 a su tablao de la Real Venta de Antequera y, posteriormente, a Madrid al tablao EL DUENDE de su suegra Pastora Imperio,
En Utrera se dice que Gitanillo de Triana fue, en gran medida, responsable de la fórmula que tanto éxito le dio a Bambino... pero todo apunta a que la personalidad del artista fue creación propia.
Su forma de jugar con las canciones por bulería y por rumba, así como su manera de alargar los tercios en los momentos más dramáticos mientras paseaba por el escenario como un rey benévolo contemplando sus súbditos, fue copiado en todos los tablaos de Madrid, haciendo la competencia a la marchosa rumba catalana del Pescaílla que hasta entonces había dominado.
Con esa baza, Bambino se convirtió en 'superestrella' y su fama cruzó fronteras.
. La dictadura de la época miró con buenos ojos al joven artista e hizo caso omiso a algunos de sus excesos.
Madrid se rendía a sus pies. Y Salvador Távora, entre otros, le escribía canciones. También se apoderaba de los grandes éxitos de otros -los boleros de Machín y Gardel, rancheras o canciones de las grandes tonadilleras- y los devolvía al público aflamencados y acompasados.
En otra época y con otra suerte hubiera sido el festero de turno, pero los años sesenta pedían un tipo de marcha que Miguel sabía entregar.
No obstante, el secreto mejor guardado de los vecinos de Utrera era que Bambino se volcaba en las fiestas de amigos igual que delante del público. Y en el pueblo todavía se comenta la sencillez que nunca perdía a pesar de su fama.
Siempre era el centro de atención en las reuniones, donde también demostraba ser un bailaor elegante que puntualizaba sus canciones con movimientos y pellizcos originales.

El propio público coronó a Bambino como el 'Rey de la rumba' y su desorbitado éxito contribuyó a abrir la puerta a grupos posteriores como Los Chunguitos, Los Chichos o Las Grecas. Pero su fama jugó un papel decisivo, no sólo en la popularización de la rumba, sino también de la bulería como una forma que admitía toda clase de canciones además de los estilos tradicionales.
Algunas de las canciones por bulerías que más se identifican con Fernanda y Bernarda de Utrera, fueron primero adaptadas al flamenco por Bambino.
Comprendía la importancia de arroparse con buenos artistas que le apoyaran y le comprendieran.
La lista de tocaores que pasaron por su grupo está integrada por la elite de la época precamarón: Paco Cepero, Paco de Antequera, Juan Maya 'Marote', Habichuela, Paco del Gastor, Manolo Domínguez 'El Rubio' y un adolescente Paco de Lucía. Menos conocidos, pero también grandes profesionales, son los hermanos Pepe y Ramón Priego de Utrera que fueron decisivos en el desarrollo de las sorprendentes contestaciones de guitarra y voces que caracterizaban el sello Bambino.
También llevaba percusionistas y palmeros de primera categoría, en total, un cuadro fijo de ocho o diez personas. Y todos pendientes de cada giro de las melodías en una perfecta compenetración que era la esencia del espectáculo llamado Bambino.
Su música marcó una época y muchos guardamos canciones suyas en algún rincón del recuerdo: 'La pared', 'La última noche', 'Adoro', 'Bebí de tus labios', su flamenquísima versión por bulería de 'Encuentro' (Me tropecé contigo en primavera...), o su inolvidable manera de volver loco al público con 'El poeta lloró', cuyo recuerdo todavía eriza las fiestas utreranas mediante la interpretación de algún que otro fiel admirador.

Cuando Miguel nos abandonó el día cinco de mayo del 1999, pocos días después de haber asistido, en contra de los consejos de sus médicos, al homenaje que le había ofrecido su querido pueblo natal, dejó quinientos temas grabados y un mundo sensiblemente empobrecido.
Antonio Torres dibuja una imagen conmovedora de los últimos años de Bambino cuando habitaba en una humilde casa en Utrera: "Vivía con la dignidad y el señorío de un rey destronado en el exilio. Lo que más le gustaba era levantarse tarde, sobre las diez o las once y, un rato después de tomarse el café, desayunarse unas rabanitas con tinto en el patio de su casa, él sólo y muy tranquilo consigo mismo y sus recuerdos".




Miguel Vargas Jiménez, Bambino. Utrera (Sevilla), 1940-1999. Cantante y cantaor.

. Su repertorio incluía adaptaciones flamencas de coplas, boleros y rancheras, con algún que otro préstamo de Machín y Gardel. Bambino se hizo acompañar en su fulgurante carrera de guitarristas como Paco Cepero, Paco de Antequera, Juan Maya ‘Marote’, Habichuela, Paco del Gastor, Manolo Domínguez ‘El Rubio’ y un adolescente Paco de Lucía. El éxito de su fórmula festera influyó en grupos posteriores como Los Chunguitos, Las Grecas y Los Chichos. ‘La pared’ (BMG, 1992), ‘The collection’ (BMG, 1995), ‘Resucité’ (Senador, 1996) y Éxitos (Senador, 1999) son algunos de los trabajos discográficos que recogen la obra del artista utrerano. Una afección de garganta le retiró de los escenarios en 1997. Miguel Vargas falleció en 1999 en su localidad natal, dejando un inconfundible legado que ni Bernarda y Fernanda de Utrera han pasado por alto

No hay comentarios: